lunes, 5 de septiembre de 2011

Fundación y principios de la Hermandad de la Santa Croqueta

Si hay algo que consuele las penas son, por orden, el chocolate con churros y las croquetas. Como todavía hacer calor en Mallorca, me he dedicado con ímpetu a elaborar esas ricas bolitas empanadas. Total, por fin tengo tiempo ahora que trabajo para el INEM.


La croqueta debería erigirse como sustituta del Prozac: su elaboración es tan trabajosa que se te olvidan las neuras. Son baratísimas de hacer y encima, están muy ricas (si te salen bien, claro, que luego está la Croqueta Atroz, con una bechamel tan espesa que se ha cobrado vidas, o la Croqueta Ni Fú Ni Fa, donde se ha llegado a encontrar apenas una brizna de jamón serrano, que no evita que te estés zampando una cucharada de engrudo).

Este fin de semana metimos en el horno un pollo campero de tres kilos y pico. Pese a que éramos cinco, no pudimos con todo y yo atesoré sus pechugas en la nevera hasta hoy. Total, que me han salido 300 gramos de pechuga picadita fina, a la que de paso le metí tres huevos cocidos (para recordarme a las croquetas de huevo del pueblo de mi madre) y unos taquines de jamón.

Siempre hago la croqueta a ojo y siempre me queda en modo coulant: es decir, rebozada por fuera, fundente por dentro. Vale, queda superrica así, pero no veas para hacer las croquetas, un Cristo. Así que me he cogido el libro de José Andrés y he cogido sus medidas: ocho cucharadas de mantequilla, media cebolla picadita, una taza y media de harina, cuatro tazas de leche, media taza de jamón picado, 150 gramos de pollo, sal y nuez moscada.

La elaboración, pues como siempre: pones la mantequilla a derretir. Sofries la cebolla y a los cinco minutos echas la harina. Hala, a remover con las varillas como si te fuera la vida en ello. Una vez mezclado, echar la leche. A remover con el mismo ímpetu, que no queremos grumos. Cuando ya tienes la masa cocida (échale cinco minutos), le echas el pollo y el jamón, y a continuación la sal y la moscada correspondiente (nada de hacerlo a ojo, siempre tienes que probarlo). Luego es cuestión de dejar enfriar y pasar por harina, huevo y pan rallado. Hala, a la sartén y a comer.

Total, que me he liado, me he liado y me han salido 77 croquetas. Aquí, la prueba:


Ahí tenían una pinta como muy de normal. Pero ah, una vez fritas...


...se me caían los lagrimones de la emoción. Bueno, me han hecho una crítica: un poquito más de jamón le habría dado más potencia a la masa. Pero eso es lo mismo que si está Miguel Ángel deslomado mientras pinta la Capilla Sixtina y te viene el Papa Julio II y te dice: Um, no sé si ese tono pastel queda bien del todo... Y te cagas en todo. Pero tenía razón. Pese a la carencia de una pizca más de jamón, son maravillosas.

Mientras dábamos cuenta de la primera tanda de croquetas, nos pusimos a hacer números. ¿Cuánto cuesta hacer una croqueta?
300 gramos de pollo: 1,80 euros en total.
100 gramos de jamón serrano: 0,15 céntimos
3 huevos: 0,27 céntimos.
Más otros seis huevos para rebozar: 0,54 cts.
Harina, 400 gramos: 0,34 cts.
Leche, dos litros: 1,05 euros

Pan rallado, 300 gramos: 0,08 cts.
Aceite, 200 ml: 0,46 cts.
Mantequilla: 0,98 cts.

En total, 5,67 euros. Que entre 77 croquetas nos sale a 0,07 euros la unidad.

Ahora bien, ¿a cuánto te están cobrando la croqueta si te la comes fuera? Pues mira, en concreto la croqueta del Beewi sale a 1,3 euros. Aunque también es cierto que es muy grande. Pongamos, pues, que vale por dos de las mías, es igual: me ha costado 0,14 céntimos de euro. Que hasta el euro y medio es una diferencia de 1,16 céntimos. ¿Es todo beneficio? Claro que no. A mí me ha supuesto cerca de tres horas de trabajo, partida que no he aplicado al coste de Mi Croqueta.

¿Merece la pena liarse a hacer croquetas?
Yo sólo sé que ahora mismo me duele la riñonada y la cocina se me quedó tal que así:


Si, como la zona cero. Harina y pan rallado por todas partes como si hubiese nevado.

Aún así, ahora mismo la satisfacción del trabajo bien hecho y 67 croquetas congelándose para cuando vengan tiempos apresurados y no tengamos tiempo de cocinar. Lo menos para cuatro meses hasta el próximo día de la Croquetada.

P.D. El medio kilo de croquetas congeladas del Mercadona cuesta 0,75 céntimos. No sé cuantas croquetas caben en eso. Pero ya te digo yo que no están tan ricas como las caseras. Que lo sepas.

3 comentarios:

  1. tus croquetas son gloriosas... doy fe!! enhorabuena por el blog... ahorita mismo me hago seguidora...

    ResponderEliminar
  2. Pin-ta-za. Es para empezar a salivar y no acabar hasta dar cuenta de las 77.

    ResponderEliminar
  3. bueno bueno bueno... estoy salivando!!! la putada es que esta semana de vacaciones ya la he perdido por la indigestión/intoxicación/gastroenteritis que he pasado... estoy a pan y agua (literalmente). De todas formas, me hago "fans" ipsofactamente!!!
    Enhorabuena por este blog. Me ha ENCANTADO el detalle del coste de elaboración.


    Pd: en el coste deberías añadir tb la mano de obra, gas, luz, etc para comparar con las de los restaurantes (pienso).

    ResponderEliminar